Samuel Finley Breese Morse
Samuel Finley Breese Morse (Boston, Massachusetts, Estados
Unidos, 27 de abril de 1791 – Nueva York, 2 de abril de 1872), fue un inventor
y pintor estadounidense que, junto con su asociado Alfred Vail, inventó e
instaló un sistema de telegrafía en Estados Unidos, el primero de su clase. Se
trataba del telégrafo Morse, que permitía transmitir mensajes mediante pulsos
eléctricos cifrados en el código Morse, también inventado por él.
El 1 de enero de 1845, Morse y Vail inauguraron la primera
línea telegráfica de Estados Unidos entre Washington y Baltimore, que utilizaba
su sistema de telegrafía.
Samuel Morse nació en Charlestown, un vecindario del área
urbana de Boston. Era el primer hijo del geógrafo y pastor Jedidiah Morse (1834
- 1923) y de Elizabeth Ann Finley Breese (1766–1828).2 Dio inicio a sus
estudios en la Phillips Academy de Andover, de donde pasó al Yale College,
formándose en filosofía religiosa, matemática y veterinaria equina. Y también
estudió electricidad con Benjamin Silliman y Jeremiah Day. Se mantuvo
financieramente con la pintura. En 1810, se graduó con honores Phi Beta Kappa.
En sus años de estudiante descubrió su vocación por la
pintura y decidió dedicarse a ella, pero también le atraían los recientes
descubrimientos y experimentos respecto a la electricidad. Por una temporada,
trabajó en Boston para un editor y posteriormente viajó a Inglaterra para
estudiar dibujo en Londres, y pasó a ser un reconocido pintor de escenas
históricas, cuyo cuadro más célebre es el retrato de La Fayette (1825). De
regreso a Nueva York, se había convertido uno de los retratistas más
importantes del país, y formaba parte de los grupos intelectuales más
distinguidos. En 1826 fue uno de los fundadores y primer presidente de la
Academia Nacional de Dibujo.
A los 27 años conoció a Lucrecia Walker, una bella y culta
joven de la que se enamoró. La pareja se casó y tuvieron cuatro hijos, pero
siete años después al poco de nacer el cuarto, su mujer murió, dejando
desconsolado al inventor. A pesar de ser un genio, no llegó a ganar mucho
dinero como pintor y durante esos años malvivía con sus escasos ingresos. En ocasiones,
llegaba a pasar días sin comer, en lo que esperaba el pago por algún cuadro o
lección de pintura.
Samuel Finley Breese Morse se casaría posteriormente en
segundas nupcias.
Su latente interés por los asuntos de la electricidad se
concretó durante el regreso de un viaje por Europa, el cual emprendió luego de
la muerte de Lucrecia. Cuando estudió en Yale había aprendido que si se
interrumpía un circuito se veía un fulgor y se le ocurrió que esas
interrupciones podían llegar a usarse como un medio de comunicación. Esta
posibilidad le obsesionó.
Al llegar a tierra de aquel viaje en 1832 ya había diseñado
un incipiente telégrafo y comenzaba a desarrollar la idea de un sistema
telegráfico de alambres con un electromagneto incorporado. El 6 de enero de 1833,
Morse realiza su primera demostración pública de su telégrafo.
A la edad de cuarenta y un años, se internó en la tarea de
construir un telégrafo práctico y despertar el interés del público y del
gobierno en el aparato para luego ponerlo en marcha. En 1835 apareció el primer
modelo telegráfico que desarrolló Morse. Dos años más tarde abandonó la pintura
para dedicarse completamente a sus experimentos, lo cual oscurecería sus
méritos como pintor.
En 1838 había perfeccionado ya su código de señales, que a
base de puntos y rayas llegó a conocerse y usarse mundialmente como
"Código Morse". Intentó implantar líneas telegráficas primero en
Estados Unidos y luego en Europa pero ambos intentos fracasaron. Por fin, Morse
consiguió que el Congreso de su país aprobara un proyecto de ley para
proporcionar 30.000 dólares designados a construir una línea telegráfica de 60
km. Varios meses después el proyecto fue aprobado, y la línea se extendería a
lo largo de 37 millas entre Baltimore y Washington.5 Una demostración
impresionante ocurrió el 1 de mayo de 1844, cuando las noticias de la
nominación en el Partido Whig de Henry Clay para Presidente, fue telegrafiada
desde su Convención en Baltimore al Capitolio en Washington.
El 24 de mayo de 1844, Morse transmitió el mensaje que se
haría tan famoso: "Qué nos ha forjado Dios" o
también: "Lo que Dios ha creado"("What hath God wrought",
una cita bíblica, Números 23:23) desde la cámara de la corte suprema en el
sótano del Capitolio en Washington, D.C. a Baltimore, Maryland. A pesar de lo
notable de su trabajo, Morse debió enfrentarse a la oposición de supersticiosos
que culpaban a su invento de todos los males. Además, el invento estaba siendo
desarrollado simultáneamente en otros países y por otros científicos, por lo
que Morse se vio envuelto en largos litigios para obtener los derechos de su
sistema. Estos derechos le fueron finalmente reconocidos en 1854 por la Corte
Suprema de los Estados Unidos.
Con su invento, Morse ganó una gran fortuna con la que
compró una extensa propiedad, y en sus últimos años se dedicó a hacer obras
filantrópicas, aportando sumas considerables a escuelas como Vassar College y
la Universidad de Yale además de otras asociaciones misioneras y de caridad.
Morse falleció de neumonía el 2 de abril de 1872, a los 80
años, en su casa del número 5 de la Calle 22 Oeste de Nueva York, y fue
sepultado en el Cementerio de Green-Wood, en Brooklyn.