Wilhelm Eduard Weber
(24 de octubre de 1804 - 23 de junio de
1891) fue un físico alemán. Nació en Sajonia-Anhalt, donde su padre, Michael Weber, era
profesor de teología. Wilhelm era el segundo de tres hermanos, todos ellos con
una clara aptitud para el estudio de las ciencias. Tras la disolución de la
Universidad de Wittenberg, su padre fue destinado a Halle en 1815. Wilhelm
había recibido sus primeras lecciones de la mano de su propio padre, pero fue
enviado al Asilo-Orfanato y Escuela de Gramática de Halle. Tras sus estudios
allí, entró en la universidad y encaminó sus pasos hacia lo que se llamaba
entonces Filosofía Natural. Despuntó entre sus compañeros y por su trabajo
fresco y original. Tras doctorarse y convertirse en profesor adjunto, fue
nombrado Profesor Extraordinario de Filosofía Natural en Halle.
La unidad del Sistema Internacional para el flujo magnético, el Weber, (símbolo: Wb) fue bautizada en su honor.
En 1831, recomendado por su amigo Gauss, fue llamado a
Gotinga (donde Gauss ya era director del observatorio astronómico) como
profesor de Física, a pesar de sus 27 años de edad. Sus lecturas eran
interesantes, instructivas y sugerentes. Weber, sabía que aquellas
lecturas, aunque profusamente ilustradas con gráficos y dibujos eran meros
textos, por lo que animaba a sus estudiantes a experimentar la física y
aplicarla para explicar con ella los fenómenos cotidianos fuera del
laboratorio, con el afán de afianzar en ellos un conocimiento verdadero y
completo de la Física como algo que nos rodea más allá de las aulas. Así, Weber
permitía a sus alumnos experimentar sin cargo alguno (en aquella época el uso
del laboratorio se pagaba aparte), en el laboratorio de la Facultad de Física.
Cuando contaba 20 años, siendo aún estudiante, Wilhelm había escrito junto con
su hermano Ernst Heinrich Weber, ya profesor de Anatomía en Leipzig, un libro
titulado Teoría ondulatoria y Fluidez, que dio a ambos autores una considerable
reputación. No obstante la Acústica era la rama de la Física preferida por
Wilhelm, que escribió numerosos artículos sobre ello en el Poggendorffs
Annalen, el Jahrbücher für Chemie und Physik, de Schweigger, y el periódico
musical de la época Carcilia. En Mechanik Der Menschlichen Gerverzeuge, (El
mecanismo del caminar humano), publicado en 1836 fue otro importante estudio
realizado junto con sus otros dos hermanos (Ernst Heinrich y Eduard Friedrich)
en el que se analizaban las claves de la postura erguida del ser humano y de su
movimiento, así como de las tensiones y esfuerzos soportados por tendones y
músculos.
"Junto con su amigo Gauss inventó en 1833 un nuevo tipo de telégrafo conocido como Gauss-Weber. El receptor utilizaba los movimientos de una barra que se desplazaba por la acción del campo magnético de un bobinado. Esta barra estaba unida a un espejo que se desplazaba a izquierda y derecha conforme lo hacia la barra. Por medio de un anteojo el observador distinguía los movimientos del espejo reflejados en una escala. Este telégrafo unía el laboratorio de Weber en la universidad y el observatorio astronómico en el que trabajaba Gauss, una distancia aproximada de 3 km".
Apartado de sus funciones por el Gobierno de Hannover a causa de sus opiniones políticas de corte liberal, Wilhelm se dedicó a viajar, visitando Inglaterra, además de otros países, y se convirtió en profesor de Física en Leipzig de 1843 a 1849, cuando se reinstaló de nuevo en Gotinga, donde algún tiempo después fue nombrado director del observatorio astronómico. Uno de sus más importantes trabajos fue el Atlas des Erdmagnetismus (Atlas de Geomagnetismo), confeccionado en colaboración con Gauss, y compuesto por una serie de mapas magnéticos de la Tierra que suscitaron el interés de las principales potencias del momento para crear "observatorios magnéticos". En 1864 y también en colaboración con Gauss publicó Medidas Proporcionales Electromagnéticas, conteniendo un sistema de medidas absolutas para corrientes eléctricas, que sentó las bases de las medidas que usamos hoy en día. Dedicó los últimos años de su vida al estudio de la electrodinámica, sentando las bases para el posterior desarrollo de la teoría electromagnética de la luz.
Weber murió en Gotinga a la edad de 86 años.
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